Día de las velitas: El comienzo de la magia de la Navidad.

 


Esta tradición, conocida popularmente como el Día de Velitas, está relacionada con el momento en el que el Arcángel Gabriel se le acercó a María para informarle que fue la elegida por Dios para que fuera la madre de Jesús. Dicha historia está narrada en la Biblia, en el libro de Lucas del versículo 26 al 31.


“Al sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret en donde se encontraba una virgen desposada con un varón que se llamaba José de la casa de David, su nombre era María, y entrando el ángel a donde ella estaba, dijo: ‘¡Salve, muy favorecida! El Señor está contigo; bendita tú entre las mujeres’".



Pero ella, cuando le vio, se turbó por sus palabras y pensó qué salutación sería esta. Entonces el ángel le dijo: ‘María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. Y he aquí, concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre: Jesús’”.


UN POCO DE HISTORIA...


Esta celebración se remonta a 1854 cuando los religiosos de esta fe estaban esperando en la plaza de San Pedro del Vaticano al Papa Pío IX
, quien era el encargado de revelar la bula (documento eclesiástico) en la que se declara que la Virgen María estaba libre del pecado por su concepción.


El 7 de diciembre, para la espera de tan especial mensaje, los ciudadanos encendieron velas a lo largo de la noche para recibir las nuevas palabras de su pastor. Sin embargo, como al siguiente día, el pontífice confirmó que la Virgen era santa y había sido elegida por Dios para ser la madre de su hijo,
 en el ‘Ineffabilis Deus’, como se llamó la Bula, se decretó que cada 8 de diciembre se debe celebrar y honrar la inmaculada concepción de la Virgen María.

En esta celebración, se ora “por la paz, por el amor, por la reconciliación, el cuidado de la Casa Común, por quienes sufren, por quienes han partido, por todas circunstancias personales, sociales y eclesiales de cada persona”.

En homenaje a la Virgen María, como respeto a la vida y a la familia, los católicos celebran este día encendiendo velitas y organizando una cena familiar en la que comparten diversas oraciones para ella. En la primera se le agradece por su amor hacía el mundo y se le entrega la absoluta confianza para que ella consagre sus hijos a Jesús; en la segunda, se le ofrece a la virgen por la paz y el rescate de las almas; en la tercera, se le rinde homenaje a los pies para que defienda la sociedad; y en la última, se le pide que guíe los pasos y el camino de todas las personas para que sigan el bien, informa el portal ‘El santo rosario’.

Por otro lado, también se hace un rosario en el que los creyentes deben leer los misterios gloriosos, dolorosos o luminosos y su significado. Algunos de ellos son: la resurrección de Jesús, la ascensión de Jesús en el cielo, la venida del Espíritu Santo, la asunción de María al cielo y la coronación a la Virgen Santísima. Además de acompañarlos con un credo, un Padre nuestro, diez Ave María y un Gloria.


Sin embargo,
 es importante aclarar que desde ese año, no solo se empezó a rendir culto a la Virgen, sino también a San José, quien fue el esposo de María antes de que ella diera a luz, ya que jugó un papel muy importante como padre adoptivo de Jesús. De hecho, esa es la razón por la cual, en ese día así mismo se ora por la unión de las familias.


Por otro lado, para el Teólogo Álvaro Rodríguez Vázques, “la noche de las Velitas significa la iluminación que hizo Dios en la Virgen y la aceptación de ella de ese proceso divino”, como le dijo para el diario ‘La Vanguardia’.

Se puede resumir:

"Se considera consideran esta celebración como la noche en que el Arcángel Gabriel anunció a María que era la elegida para concebir a Jesús por obra y gracia del espíritu santo, por esto, en esta noche de diciembre se encienden velas para iluminar el camino por donde pasará la Virgen..."


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Fuente: Eltiempo.com   catholic.net/