El escapulario del Carmen es un signo externo de devoción mariana, que representa la consagración a la Santísima Virgen María mediante la inscripción en la Orden Carmelita, con la esperanza de su protección maternal.
El distintivo externo de esta
inscripción o consagración es el pequeño escapulario marrón.
Origen y Propagación
La Orden de los Carmelitas nació
a finales del siglo XII o principios del XIII en el monte Carmelo, en Palestina.
Debido a dificultades, se vieron obligados a emigrar a Occidente.
En Europa, no todos los
recibieron bien. Por ello, el Superior General de la Orden, San Simón Stock,
suplicaba insistentemente la ayuda de la Santísima Virgen.
En 1251, la Bienaventurada Virgen
María, acompañada de una multitud de ángeles, se apareció a San Simón Stock,
General de los Carmelitas, con el escapulario de la Orden en sus manos, y le
dijo: "Tú y todos los Carmelitas tendréis el privilegio, que quien muera
con él no padecerá el fuego eterno"; es decir, quien muera con él, se
salvará.
Significado del Escapulario
Al vestir el escapulario, y
durante toda la vida, es muy importante que sepamos apreciar su profundo y rico
significado, como pertenencia a una Orden, a la del Carmen, con obligación
de vivir según su rica espiritualidad y su propio carisma.
Quien viste el escapulario debe
procurar tener siempre presente a la Santísima Virgen y tratar de copiar sus
virtudes, su vida y obrar como Ella, María, obró, según sus palabras: "He aquí la
esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra".
El escapulario del Carmen es un MEMORIAL
de todas las virtudes de María.
El Escapulario como
Sacramental
El escapulario del Carmen es un
sacramental, es decir, según el Concilio Vaticano II, "un signo
sagrado según el modelo de los sacramentos, por medio del cual se significan
efectos, sobre todo espirituales, que se obtienen por la intercesión de la
Iglesia".
El Privilegio Sabatino
El Escapulario del Carmen además
de la promesa de salvación para quienes mueran con él, lleva también consigo el
llamado privilegio sabatino.
El privilegio sabatino consiste
en que la Santísima Virgen sacará del purgatorio cuanto antes, especialmente el
sábado después de su muerte, a quienes hayan muerto con el Escapulario y
durante su vida hayan guardado castidad según su estado y rezado todos los días
el oficio parvo. (Este se puede sustituir por la Liturgia de las Horas o por la
abstinencia de carne los miércoles y sábados, o un sacerdote con facultad para
ello, lo puede conmutar por otra obra piadosa, v.gr. el rezo diario del
Rosario).
Indulgencias
He aquí las indulgencias
plenarias y parciales para los que visten el escapulario:
Indulgencias plenarias:
◦El día que se viste el
escapulario y el que es inscrito en la Tercera Orden o Cofradía.
◦En las siguientes fiestas:
▪Virgen del
Carmen (16 de Julio o cuando se celebre)
▪San Simón
Stock (16 de mayo)
▪San Elías
Profeta (20 de Julio)
▪Santa Teresa
de Jesús (15 de Octubre)
▪Santa Teresa
del Niño Jesús (1 de octubre)
▪San Juan de
la Cruz (14 de Diciembre)
▪Todos los
Santos Carmelitas (14 de Noviembre)
Indulgencia parcial:
Se gana indulgencia parcial por
usar piadosamente el santo escapulario. Se puede ganar no sólo por besarlo,
sino por cualquier otro acto de afecto y devoción. Y sólo al escapulario, sino
también a la medalla-escapulario.
Recomendación Pontificia
Desde el siglo XVI -que es cuando
se extiende por toda la cristiandad el uso del escapulario del Carmen- casi
todos los Papas lo han vestido y propagado. El Papa Juan Pablo II, que es
terciario carmelita, ha recordado en diversas ocasiones que viste con devoción,
desde niño, el escapulario del Carmen.